¿De qué te protege tu “enfermedad”?


¿De qué te protege tu “enfermedad”?

Podría parecer una pregunta  contradictoria pero no lo es.

Si partimos de la base de una visión holística del individuo y al mismo tiempo desde un punto de vista simbólico interpretativo, no podemos desvincular los aspectos emocionales que subyacen a cualquier síntoma o enfermedad  (físico i/o psicológico).

Nuestras emociones, conscientes o no, entendidas como el movimiento, el  impulso  que nos saca del estado habitual,  pueden quedar “atrapadas” y codificadas en un lenguaje a veces difícil de interpretar.

Si bien es cierto que  cada vez hay más conciencia de este lenguaje por parte de los profesionales de la salud e incluso del propio paciente, uno no puede obviar la propia resistencia en cuanto a negación que esconde esta falsa dualidad paradójica: la enfermedad vista/sentida desde el punto de vista patológico y al mismo tiempo sanador y/o revelador del conflicto que esconde.

Podríamos indagar en la literatura escrita hasta la fecha destacando libros como  La enfermedad como camino de Thorwald Dethlefseny Rüdiger Dahlke., Las cinco Leyes biológicas de la nueva medicina germánica del Dr. Hamer, Diccionario de enfermedades emocionales de E. Corbera, etc. Todos ellos muestran este aspecto dual e integrador de la enfermedad y nos invitan a replantearnos viejas y rígidas creencias  con respecto al tema.

Quizás, después de la reflexión, más de uno haya intentado y quizás podido dar una respuesta más o menos acertada a la pregunta: ¿De qué me protege mi enfermedad? ¿Qué esconde mi síntoma manifiesto? A veces, esa respuesta pasa por plantearnos aún más preguntas: ¿Qué me permito o no hacer en este estado?, ¿cómo sería mi vida sin el síntoma?, ¿qué evito mientras me siento así?…

Todo ello implica un trabajo responsable de introspección que a veces precisa ser guiado para encontrar respuestas que permitan salir de esa polaridad  ayudándonos a liberar   emociones atrapadas y a entender que ambos aspectos (salud y enfermedad) no son excluyentes pudiéndonos acercar de ese modo, a la recuperación del estado de bienestar deseado.

 

Junio 2013

Cristina Viciana Martínez

Psicóloga Especialista en Psicología Clínica

Colegiada 4192

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